Cinco cosas que no ocurrirán el 21 de diciembre, día del fin del mundo
Si es usted un habitante de este planeta -especialmente si utiliza
internet- sabrá sin género de dudas que el mundo acaba dentro de unas
cuantas semanas. Una errónea -según coinciden los arqueólogos expertos
en el mundo maya- y prácticamente histérica interpretación del
calendario de este pueblo prehispánico sitúa el 21 de diciembre de 2012
como el fin de los tiempos.
En esa fecha, dicen los agoreros, ocurrirá una importante transformación del orden mundial, una especie de cataclismo cósmico provocado por algo que puede caer del cielo. Sin embargo, los científicos están convencidos de que el 21 de diciembre es un día como otro cualquiera para prepararnos para el juicio final, tan bueno como puede ser mañana, pasado mañana, el lunes que viene o dentro de veinte años.